6 de julio de 2015
8 pautas para potenciar la creatividad
La creatividad no es un don con el que han sido bendecidos sólo unos pocos, sino una habilidad que poseemos todos los seres humanos. Te damos 8 pautas para potenciar la creatividad.
La creatividad es una capacidad innata que necesita ser potenciada para que salga a relucir.
La posibilidad de vernos capaces de crear algo nuevo y distinto es una experiencia completamente enriquecedora a muchos niveles.
Aprender a dar rienda suelta a nuestra creatividad no es complicado.
Sólo con un poco de conciencia e intentando seguir estas sugerencias, enseguida te darás cuenta de que las ideas vienen por sí solas.
Para que la creatividad fluya, sería conveniente librarse de exigencias internas y externas, de presiones y expectativas.
El proceso creativo más bien podría consistir en dejar fluir, jugar, disfrutar….
- ¿Pones pasión a lo que haces? Aquello a lo que te dedicas es por algo, en algún punto ha de emocionarte, gustarte, y más que eso: puedes llegar a ponerle mucha ilusión. Intenta buscar un momento apropiado para desarrollarlo; recuerda qué te motiva, escúchate, confía en ti. Si de verdad quieres, puedes.
- Encuentra un espacio acogedor y ordenado a tu gusto. Para una mente ordenada, es sugerente que tengas un espacio ordenado. Busca tu pequeño rincón donde disponer de todo lo que necesitas y hazlo tuyo. Que sea algo propio.
- Es interesante observar y profundizar. La observación puede convertirse en tu mejor herramienta de inspiración. Por ejemplo, siéntate en un lugar público y mira a los viandantes, u observa a la misma naturaleza. Las personas creativas se fijan en detalles o situaciones que nunca llamarían la atención a los demás. Después de observar, ¿por qué no profundizar un poquito más?
- ¿Por qué no salir de tu zona de confort?. En la medida de lo posible, intenta experimentar fuera de los límites, buscar la originalidad. En la zona de confort nunca crece nada, así que puedes probar a buscar nuevas ideas en situaciones a las que no estés acostumbrado, y cambiar la perspectiva desde la que miras las cosas: escucha música distinta, ve a sitios que no frecuentes, viaja,…Te recomendamos que abras tu mente a un mundo distinto, interiorizarlo y conectarlo contigo mismo.
- Intenta centrarte en tu trabajo. La inspiración no suele venir de la nada. Como decía Picasso, “que la inspiración te pille trabajando”. Si te pones manos a la obra, habrá más posibilidades de que la bombilla se encienda en el momento menos esperado. En ocasiones, cuanto más conectado estés con tu trabajo, más opciones hay de tener nuevas ideas.
- No es malo buscar inspiración en los demás. Nadie nace sabiendo, y para aprender nada mejor que fijarte en otras personas que admires. No estamos hablando de plagiar, ojo, sino de aprender de “maestros”, inspiraciones, tomar referencias, ideas, apuntes, que te hagan moldear tu idea y abrirte caminos y opciones.
- Si te bloqueas, despéjate. ¿Estás atascado? No te frustres, no es momento de tirar la toalla. Date un respiro, sal a pasear, ponte a leer, haz ejercicio…Desconecta tu mente por unos momentos, ella también necesita descansar. Cuanto más te obsesiones, más te costará encontrar una solución.
- Atrévete a compartir tu trabajo. Aunque el proceso de creación es algo para uno mismo, muchas veces se tiene la necesidad de compartir lo que se hace, de comunicar y expresar. No tengas miedo al qué dirán, y si lo sientes así expón tu trabajo. Puede dar un poco de miedo, pero ten en cuenta que las críticas tanto positivas como negativas pueden ayudarte a progresar y a mejorar lo que haces. Pero sobre todo es importante sentir que te expresas, Olvídate del éxito, explora tu proceso, lo importante es no desmoronarse y tener paciencia. Ya sabes, ¡Roma no se construyó en un día!
La creatividad proviene de nuestro interior.
Ponte a ello poquito a poco e irás viendo como tu creatividad podría aumentar progresivamente,
si la cultivamos con mimo y dedicación.
“Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido” Ursula K. le Guin