5 de octubre de 2018

¿Sientes ansiedad sexual?

Para la mayoría de las personas tener sexo es un acto de placer, un momento de satisfacción física y mental que proporciona sentimientos agradables, pero para otras, tener relaciones sexuales puede ser motivo de incomodidad o miedo y convertirse incluso en episodios de ansiedad.

Es importante recordar que la ansiedad es un síntoma, una manifestación de algo más profundo que genera malestar emocional e incluso se puede acompañar de manifestaciones físicas, por lo que la Ansiedad Sexual no es una disfunción, ni se trata de “no tener ganas”.

Es un estado que puede tener muchas causas objetivas (traumas por abuso sexual o experiencias violentas, disfunciones como el vaginismo, etc.) o subjetivas (miedo a no estar a la altura del momento, complejos físicos, temor a perder el control, una educación sexual muy restrictiva, problemas de pareja, etc.)

La ansiedad provocada por el sexo puede generar reacciones físicas como taquicardia, temblores, mareos, dificultad para respirar, dolor estomacal o abdominal, sequedad en la boca, exceso de sudoración, hormigueos, etc.

Estas manifestaciones y las sensaciones que la acompañan, pueden convertirse a su vez en la causa de un problema o disfunción sexual. Entonces la persona que sufre ansiedad se encuentra dentro de un bucle difícil de parar si no se cuenta con ayuda profesional.

A veces no hace falta que se materialice o se intente materializar el contacto físico, para las personas que sufren ansiedad sexual, el solo hecho de pensarlo o recordarlo puede desencadenar emociones y sensaciones muy desagradables que pueden llegar a interferir en la vida cotidiana y en la salud sexual.

Cada persona que lo sufre es diferente, no todas presentan la misma reacción, hay personas que temen o tienen fobia al contacto sexual y otras que pueden mantener determinadas prácticas, pero otras le generan ansiedad (por ejemplo, podría darse el caso de una persona que pueda mantener relaciones satisfactorias siempre y cuando no exista penetración, ya que sea solo esto, lo que le cause angustia).

La intensidad, la frecuencia, la causa y las consecuencias son particulares y distintas, por eso, cuando se presenta una situación de este tipo, no hay fórmulas exactas para solucionarlo. Como cualquier caso de ansiedad, debe ser tratado por un psicólogo, un profesional que pueda llegar a la raíz del problema y nos ayude a solucionarlo.

La sexualidad es parte importante de nuestra salud mental y estabilidad emocional, por lo que, si esta función está afectada por un trastorno, no nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo, o tenemos algún síntoma como la ansiedad que interfiera en nuestro disfrute, no debemos esperar a que los episodios sean crónicos para buscar apoyo.