3 de febrero de 2014
Sospecho que tiene un problema con la comida ¿Cómo puedo ayudar?
¿Sospechas que alguien de tu entorno, tu hijo o hija tiene un problema con la comida? ¿Cómo puedes ayudarle?
Te damos algunas recomendaciones básicas para iniciar el acercamiento y la observación:
Observar su conducta de forma discreta y respetuosa:
Una de las características del trastorno de la alimentación es la negación de la enfermedad.
Lo más probable es que reacciones de forma desagradable y agresiva cuando se les habla directamente del trastorno y más si se mencionan las palabras anorexia y bulimia.
Las personas que lo padecen no reconocen tener un problema.
El control de la alimentación les proporciona sensación de control y seguridad que defenderán en caso de verse amenazadas.
Reforzar y mantener la comunicación desviando el tema de la alimentación:
Mejor no hablar nunca de comida, tallas ni pesos. Está sufriendo por dentro, es mejor intentar hablar de cómo se siente y de sus emociones.
Evitar la crítica o los consejos autoritarios:
Interesarse por él / ella de verdad por sus estudios o trabajo, así como por su satisfacción en estas áreas y sus relaciones.
Si quieres exponer tu preocupación por su enfermedad, te aconsejamos:
- Escoger un momento adecuado, en el que no haya distracciones o interrupciones.
- Buscar una situación donde la persona esté tranquila, comunicativa y que no se sienta amenazada o juzgada.
- Es mejor que sea una o dos personas las que hablen con ella/él.
- No enfocar directamente el tema de la comida, pues provocará un fuerte rechazo.
- Dirigir la conversación a cómo se siente la persona, cómo está su estado de ánimo, su autoestima y sus proyectos.
- Indicar hemos observado en ella conductas extrañas, evitando que suene como una crítica.
- Demostrarla que la apoyaremos y escucharemos.
- Recuerda: En este momento es mucho más importante lo que la persona afectada puede contar, que los consejos que le demos.
Si estáis seguros de que padece anorexia o bulimia es importante recordar:
- No culpéis a vuestra hija/hijo, ni os culpéis vosotros.
- Tranquilizale, ofreciéndole apoyo y calma.
- No le etiquetéis como “enferma/o” o “anoréxica/o”. Sigue siendo la misma persona, pero con un problema a resolver.
- La mejor forma de ofrecer apoyo es implicarse en el tratamiento sin intentar manejarlo. Sin prisas.
- Aceptar la situación como una oportunidad para crecer interiormente y aprender nuevas estrategias emocionales y de comunicación.
- Es muy bueno dar diferentes opciones de tratamiento para que pueda elegir al profesional con quien esté más cómoda. Pero a la vez ser firmes en que necesita una terapia.
- No le forcéis a dar una respuesta inmediata, darle un plazo de unos días para que lo piense.