24 de febrero de 2022
¿Cómo gestionar el estrés? 7 consejos para conseguirlo

ESTRÉS. Seis letras bastante temidas y padecidas en la sociedad actual. Ya sea por una actividad profesional frenética, conflictos personales de diversa índole o por la presión de amigos y familiares, casi todo el mundo se ha enfrentado en algún momento de su vida a la tarea de cómo gestionar el estrés.
Para algunas personas, la obligación de afrontar el estrés sucede tan solo de vez en cuando. Para otras, en cambio, se ha convertido en algo prácticamente cotidiano, formando parte de su día a día. Sin duda, la salud mental es clave en esta tarea de cómo gestionar el estrés: cuando nos sentimos emocionalmente agotados, la ansiedad y el estrés surgen casi de forma natural. Y, en ausencia de las pautas necesarias para gestionarlo, podemos llegar a sentir que estamos fuera de control.
Una de las consecuencias más inmediatas puede ser recurrir, buscando un alivio temporal, a hábitos poco saludables, que terminan generando más estrés a largo plazo. El alcohol, la comida basura o el shopping tan solo proporcionan un placer momentáneo, pero no son mecanismos para gestionar el estrés. Estos hábitos solo conseguirán complicar aún más las cosas.
Tampoco ayuda la creencia de que la solución a los problemas de estrés es eliminar de nuestras vidas aquello que lo genera. No siempre debería ser así. El estrés a niveles moderados, por ejemplo, estimula el cerebro para aumentar la productividad y la concentración. También puede ser un gran motivador para desarrollar cambios, resolver problemas o lograr metas.
También es importante tener en cuenta que muchas fuentes de estrés están fuera de nuestro control. De manera que es la gestión del estrés lo que nos permitirá detectarlo e impedir que impacte negativamente en nuestras vidas.
¿Qué es estrés?
El estrés es la sensación de estar bajo una presión anormal. Esta presión puede provenir de diferentes aspectos de tu día a día, como un aumento de la carga de trabajo, un período de transición importante en tu vida, una discusión familiar o preocupaciones de tipo económico, por ejemplo. Otra de las características del estrés es que tiene un efecto acumulativo, por lo que cada factor se va sumando al anterior, generando en ocasiones una gran montaña.
Durante estas situaciones, que nos generan malestar emocional, nuestro cuerpo puede desarrollar una respuesta de estrés. Los síntomas pueden abarcar desde el plano puramente físico, hasta cambiar la forma en la que nos comportamos y afectar nuestras emociones.
El primer paso para aprender cómo gestionar el estrés es saber identificar sus señales, para así manejar correctamente sus efectos adversos.
Factor estresante vs estrés real
Lo primero y más importante en la tarea de gestionar el estrés es diferenciar entre un factor estresante y el estrés real. Un factor estresante puede ser una persona, un lugar o una situación que nos cause estrés. El estrés, por lo tanto, es la respuesta real a uno de estos factores, o una combinación ellos.
¿Qué situaciones pueden causar estrés? En realidad, infinidad de ellas. Sin embargo, hemos identificado algunos de los factores estresantes más comunes:
- Los conflictos en las relaciones sentimentales.
- Nuevas responsabilidades profesionales o ver aumentada nuestra carga de trabajo.
- Los problemas financieros.
- La pérdida de un ser querido.
- Los problemas de salud.
- Mudarse a una nueva ciudad.
- La exposición a un incidentes traumáticos, como un accidente de tráfico o un crimen violento.
Síntomas del estrés real
Como ya hemos comentado, una situación de estrés puede acarrear desde síntomas físicos, a psicológicos y emocionales; o una combinación de todos ellos. En el proceso de aprendizaje de cómo gestionar el estrés se hace fundamental saber identificarlos. Toma nota:
- Frecuencia cardíaca acelerada y taquicardias.
- Cansancio.
- Sentirse abrumada o abrumado con frecuencia.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Mala gestión a la hora de resolver los imprevistos y problemas de la vida.
- Pánico a que el factor estresante no desaparezca.
- Pensamientos persistentes sobre uno o más factores estresantes.
- Cambios en el comportamiento, incluidos el aislamiento social, sentimientos de tristeza, frustración y pérdida del control emocional, entre otros.
¿Cómo gestionar el estrés?
Cuando se trata de afrontar el estrés, hacer cambios simples en tu vida puede ayudar mucho a mejorar tu salud emocional. Tener herramientas y estrategias a las que poder recurrir en situaciones estresantes te ayudará a evitar que estas vayan a peor. Te damos 7 técnicas para gestionar el estrés:
1. Aprende a encontrar el justo equilibrio
Organiza bien tu tiempo para poder estar lo suficientemente ocupad@ sin llegar a sentirte abrumada o abrumado. Recuerda que trabajar duro no siempre es sinónimo de trabajar de manera eficiente. De hecho, trabajar demasiado puede reducir la productividad.
Y recuerda: eliminar de tu día a día el exceso de compromisos, es una de los mecanismo de gestión del estrés más efectivos. Sabemos que no es fácil, pero debes intentarlo.
2. Sé muy amable contigo
Grábatelo a fuego: sentir estrés no te hace más débil. El estrés es una reacción de lo más natural ante los factores estresantes en su vida.
3. Apóyate en las personas en las que confías
Antes de que tus niveles de estrés vayan a más, prueba a hablar con alguien de tu confianza, como un amigo o un familiar. Compartir tus sentimientos y airear tus preocupaciones puede ser un mecanismo de lo más eficaz en tu tarea de cómo controlar el estrés.
4. Escribe un diario
Reserva unos minutos al día para reflexionar sobre tu jornada en un diario. No temas por la redacción, consiste en plasmar cualquier pensamiento o sentimiento que tengas. Esta puede ser una herramienta muy útil en el proceso de comprender cuáles son tus factores estresantes y cómo reaccionas ante el estrés.
5. Come bien, cuídate
Cuando se trata de la gestión del estrés, una alimentación adecuada puede ser una de tus mejores aliadas. Saltarse las comidas reducirá tu nivel de azúcar en sangre, lo que afectará a tu estado de ánimo.
Asimismo, mantener una actividad física regular te ayudará a mejorar tu salud general y también a reducir tus niveles de estrés. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera endorfinas, unas hormonas que ayudan a sentirse bien y a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.
6. Descansa lo suficiente
Tu capacidad para afrontar el estrés disminuye cuando estás cansado. Trata de respetar un descanso de entre siete y nueve horas cada día. Si padeces de insomnio, intenta dormir todo lo que puedas durante la noche, incorporando períodos de descanso durante el día.
7. ¡Respira!
Los ejercicios de relajación, que incluyen ciclos de respiración lenta y profunda y técnicas de relajación muscular progresiva, pueden llegar a ser muy beneficiosos en tu proceso de cómo gestionar el estrés. Trata de dedicar tres minutos, tres veces al día para practicar estos ejercicios. ¡Notarás la diferencia!
Tratamiento para una persona con estrés
Además de estas técnicas de control del estrés en tu día a día, debes saber que el acompañamiento psicológico también puede ayudarte en el proceso de aprender cómo gestionar el estrés.
No dudes en hacerlo si crees que tu trastorno es crónico o si tus episodios de estrés suelen estar acompañados de dolores de cabeza diarios, tensión en la mandíbula, fibromialgia o fatiga constante.
En Argensola podemos encontrar el mejor tratamiento para ti, adecuado a tu situación personal. Te informamos.