16 de marzo de 2017
Día del Padre: ¿Una festividad caduca?
El 19 de marzo muchos hogares y centros educativos conmemoran el Día del Padre, una festividad que en España empezó a celebrarse en 1948 y en relativamente poco tiempo parece haber caducado, ya que en las últimas décadas la figura paterna ha cambiado visiblemente en la sociedad.
A lo largo de éstos 69 años, se ha venido produciendo un cambio en la concepción cultural del parentesco y en las formas de configurar las familias. El modelo único de familia nuclear a dado paso a una diversidad de composiciones que mantienen el vínculo a través del amor y la convivencia independientemente de las características de miembros que la integren.
Pero ¿Cómo celebran el Día del Padre los niños que no tienen padre?
Biológicamente está claro que todos los niños tienen un progenitor, pero son muchas las causas por las que un niño no tiene un papá: hijo de un matrimonio divorciado, tiene dos mamás (lesbomaternidad), adoptado, huérfano, hijo de una madre soltera por decisión propia, etc. Para todos esos niños, éste día puede ser triste, angustiante o melancólico, porque se manifiesta con más fuerza el sentimiento de carencia debido a la presión social.
Para algunas familias la ausencia de un padre no significa imposibilidad para celebrarlo, para ellas la solución pasa por festejar el Día del Padre con una figura paterna (un abuelo, un tío o un amigo muy cercano a la familia). Pero no deja de ser una sustitución que obliga al niño a cuestionarse la falta de padre.
También existe una creciente parte de la sociedad para las que éstas celebraciones (el día del padre o el día de la madre) además de tener un marcado carácter comercial, tienden a perpetuar los estereotipos de género y son excluyentes por lo que apuestan por celebrar el Día de las Familias, que incluye a todos los niños sea cual sea el modelo familiar en el que viven.
Es una propuesta que desde hace unos años se ha hecho más fuerte, algunos colegios ya han implantado ésta celebración en la que ningún niño se siente discriminado ya que se trabaja con los valores de la familia sin objetar su composición.
Independientemente de si se celebra el Día del Padre con una figura sustitutiva o si se celebra el Día de la Familia, es necesario continuar visibilizando y normalizando la diversidad familiar. Es importante reivindicar que todos los modelos familiares deben tener el mismo grado de reconocimiento y de protección social, es decir, todos los niños tienen el mismo derecho que sus compañeras y compañeros a sentir que su familia es reconocida, aceptada y comprendida por el sistema educativo y el por el resto de la sociedad.