20 de julio de 2022

¿Es el TOC una enfermedad?

Ya sea por que lo estés viviendo de primera mano o por que estés al lado de alguien que lo sufre, hoy te explicamos en qué consiste el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC).

¿Es el TOC una enfermedad? Lo cierto es que es un trastorno con muchos matices y variaciones dependiendo del caso. Precisamente esto genera que en muchas ocasiones sea difícil de entender. En este artículo te damos las claves para comprenderlo mejor.

Más que enfermedad, el TOC es un trastorno de ansiedad

Así es. Más que una enfermedad, el TOC se considera un trastorno del cerebro y del comportamiento, que implica pensamientos y actitudes obsesivas. En el campo de la medicina, el TOC se clasifica como un trastorno de ansiedad.

Las personas que padecen TOC suelen experimentar obsesiones o pensamientos repetitivos no deseados que provocan una necesidad extrema de desarrollar constantemente un comportamiento específico. Así, necesitan ejecutar ese impulso para ayudar a aliviar el pensamiento obsesivo.

Algunas veces se asocian como TOC comportamientos más cotidianos, como la necesidad de verificar dos veces si hemos cerrado la puerta de casa o tener supersticiones del tipo tocar madera o ponerse la camiseta de tu equipo cuando juega un partido. Sin embargo, comportamientos de este tipo no indican ni mucho menos que se padezca TOC.

Para las personas que padecen TOC, los comportamientos que genera el trastorno no son una cuestión de elección personal. Es más, son conscientes de que complican su día a día. Muchas personas con TOC reconocen que los pensamientos y las creencias que alimentan sus compulsiones son ilógicos o, al menos, muy improbables. Aún así, actúan sobre ellos para aliviar la angustia causada por pensamientos obsesivos intrusivos y evitar que los miedos persistentes se conviertan en realidad.

¿Qué causa el TOC?

Ya sabemos que el TOC no es una enfermedad, ¿pero sabemos qué lo causa? Todos lo estudios apuntan a que este trastorno no parece atribuirse a un solo factor.

En ocasiones puede haber un componente genético, ya que hay casos de familias enteras que lo padecen. Los acontecimientos traumáticos o estresantes también pueden explicar la aparición del TOC, siendo esta la causa en uno de cada tres casos. Asimismo, parece que el neurotransmisor serotonina puede desempeñar un papel importante en este trastorno, ya que los estudios han demostrado que las personas con TOC tienden a tener desequilibrios cerebrales de serotonina, según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos.

Factores de riesgo para el TOC

Aunque puede tener un factor genético, existen otros factores que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar TOC. Te explicamos aquí cuáles son:

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  • Estrés o trauma. Cuadros de estrés significativo en el hogar, el ámbito de estudio o profesional y las relaciones personales puede aumentar sus posibilidades de desarrollar TOC o empeorar los síntomas existentes.
  • Personalidad. Ciertos rasgos de la personalidad, como la dificultad para manejar la incertidumbre, el perfeccionismo y la responsabilidad extrema pueden influir en el TOC. Sin embargo, existe cierto debate sobre si estos son realmente rasgos fijos de la afección o si se trata de reacciones aprendidas más flexibles que pueden cambiar.
  • Abuso en la infancia. Las niñas y niños que experimentan episodios traumáticos, como el abuso sexual o el bullying, tienen una mayor probabilidad de desarrollar la afección.
  • Infecciones. Aunque parezca sorprendente, para algunos niños el TOC comienza repentinamente después de una infección. En concreto, después de una infección estreptocócica.
  • Lesión cerebral traumática. Según un estudio de 2021, los síntomas del TOC pueden aparecer tras sufrir un daño cerebral traumático.

Además, nada menos que el 90% de las personas que sufren TOC, padecen también otras afecciones de salud mental, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el Síndrome de Tourette, depresión y problemas de ansiedad.

¿Cuáles son los síntomas del TOC?

El TOC involucra dos tipos principales de comportamientos: las obsesiones y las actitudes compulsivas. Existen pacientes que experimentan ambos, pero otr@s much@s experimentan tan sólo uno de ellos.

Una de las características más significativas de estos síntomas es la cantidad de tiempo que abarcan en la vida de la persona que los sufre. Incluso en lo que respecta a los síntomas más leves, pueden llegar a abarcar al menos una hora cada día y afectar significativamente las actividades diarias del paciente. Te explicamos en qué suelen consistir.

Obsesiones

El rango de los pensamientos obsesivos es muy amplio, pero los más frecuentes pueden ser:

  • Preocupación extrema sobre gérmenes, suciedad o enfermedades.
  • Temor de hacerse daño a sí mism@ o a otra persona.
  • Temor de decir algo ofensivo u obsceno.
  • Necesidad de tener las pertenencias alineadas, ordenadas o simétricas.
  • Pensamientos sexuales o violentos explícitos.
  • Reticencia a tirar objetos personales y pertenencias.
  • Preocupación desmedida por la salud y la seguridad de sí mism@ o sus seres queridos.

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Estos pensamientos no deseados e intrusivos aparecen una y otra vez, sin importar cuánto se intenten ignorar o reprimir. De hecho, esta persistencia suele conducir a una convicción aún más fuerte de que sean ciertas y se hagan realidad si no se toman medidas para evitarlas.

Comportamientos compulsivos

Los ejemplos de comportamientos compulsivos en el TOC pueden incluir:

  • Lavarse constantemente las manos, el cuerpo y objetos personales.
  • Organizar o alinear objetos de una manera específica.
  • Repetir frases específicas.
  • Tocar algo un número determinado de veces.
  • Coleccionar ciertos objetos y comprar varios ejemplares del mismo artículo.
  • Ocultar objetos que podría usar para lastimarse a sí mism@ o a otra persona

Los comportamientos compulsivos pueden verse como una respuesta a las obsesiones. Una vez que surge una obsesión, es posible que la persona que padece el trastorno se sienta obligada a tomar medidas para aliviar la ansiedad y la angustia que causa y evitar así que ese pensamiento obsesivo se haga realidad.

Diagnóstico de TOC

Si tras leer este artículo crees que puedes estar experimentando obsesiones y/o comportamientos compulsivos, debes saber que una o un profesional de la salud mental puede ayudarte a obtener un diagnóstico y explorar las mejores opciones de tratamiento. En Centro Argensola podemos encontrar el mejor tratamiento para ti, adecuado a tu situación personal. Te informamos.

Para aproximadamente la mitad de personas que sufren TOC, los síntomas comienzan en la infancia. Como empiezan a desarrollarse de forma gradual, es posible que no se aprecien con facilidad en un principio. De hecho, muchas personas viven con esta afección durante años antes de buscar ayuda.

Una terapia para tratar el TOC comenzará siempre con un análisis de los síntomas y un estudio de cómo abordarlos. Algunos puntos a analizar por la o el terapeuta serán:

  • Cuánto tiempo del día ocupan las obsesiones o comportamientos compulsivos.
  • Qué se hace para tratar de ignorarlos.
  • Si las creencias relacionadas con el TOC parecen verdaderas.
  • Qué efectos estos síntomas en la vida diaria.

En ocasiones, el TOC puede confundirse con un trastorno de ansiedad generalizada, ya que este también implica preocupaciones frecuentes y persistentes. Sin embargo, en el caso del trastorno por ansiedad, estas preocupaciones a menudo se relacionan con la vida cotidiana. Si bien es posible que lleven a evitar ciertas personas o situaciones, generalmente no conducen a acciones compulsivas.

Los tics, o movimientos repentinos y repetitivos, pueden darse a la vez que el TOC. No es raro que las personas con TOC también tengan un trastorno de tics, como el síndrome de Tourette. Sin embargo, también es totalmente posible tener un trastorno de tics sin tener TOC.

Solo una o un profesional de la salud mental podrá analizar toda la información sobre tu caso y determinar si el TOC es el diagnóstico más preciso o si, en otro caso, es necesario explorar otros diagnósticos.