Exposición: Polifonía
- Beatriz Chico
- Miranda Warholl
- Teresa Martínez de Lahidalga
El espacio “Arte en Argensola” te invita a disfrutar de la exposición “Polifonía” de Teresa Martínez de Lahidalga, Miranda Warholl y Beatriz Chico, dentro de la programación de este mes de marzo, dedicada a la Mujer.
“Polifonía”, concepto musical referido a la simultaneidad de sonidos diferentes que al confinarse de forma armónica, pese a su independencia, son percibidos como un todo.
La exposición Polifonía, es aplicable en su esencia a dicho concepto, extrapolable a multitud de manifestaciones creativas, y en nuestro caso a las obras presentadas por un tercero de artistas mujeres, que hablan sobre mujeres, dando pie al espectador no solo a disfrutar de las obras per se, si no a reflexionar sobre la diversidad, la percepción, y el mensaje que cada una de ellas manifiesta en sus obras, todas ellas como sonidos que forman parte de una narración dinámica, individual y a la vez incluyente.
Esta variedad en el mensaje, la expresividad e incluso la técnica y/o su manera de abordar lo femenino en sus obras, nos hace poder disfrutar de tres visiones en una, transitando por diferentes capítulos de un libro, una antología de relatos que se se complementan.
Estas son las Artistas que componen la Polifonía:
Miranda Warholl
(Seudónimo de Marta Jiménez), es una artista plástica de formación mayoritariamente autodidacta, que se aleja de lo estrictamente académico por voluntad propia, aunque realiza estudios de fotografía y artes aplicadas a la escultura.
“Evoluciono profesionalmente hacia el campo artístico, desde una larga trayectoria previa ligada a la investigación científica, curiosamente en este caso, centrada en el ámbito de la academia.
Convencida por experiencia propia de la riqueza que proporciona la multidisciplinaridad, de que la creatividad, inherente al ser humano y su manifestación imprescindible, no se limita a una sola disciplina o
campo, no creo en encasillamientos.
Cualquier actividad que se realice desde la curiosidad, pasión e interés, hace surgir dicha
creatividad en el individuo y potencia la realización personal.
En mi etapa más reciente, todo lo anterior me lleva a experimentar con el collage, técnica en la que no solo encuentro el nexo de unión de las anteriores, si no que da fluidez y canaliza mi proceso creativo
y de crecimiento personal.
En Polifonía presento dos series de collages analógicos en papel:
La serie “diosas”, muestra intervenciones sobre anuncios publicitarios femeninos en los que se asigna la identidad de una diosa mitológica a cada una de las modelos, lo que las transforma de objetos a sujetos, jugando la iconografía utilizada, un papel importe en el significado de cada una de las reasignaciones.
A su vez, se reflexiona sobre el concepto occidental de lo femenino, la raza y el género, por lo cual no prima en las obras equivalencia entre el origen y procedencia de las diosas mitológicas y su aspecto
externo.
En el segundo grupo de obras, se fija el objetivo sobre temas universales, como el mundo, la ecología, la creación, etc.
En esta serie se manifiesta la ubicuidad de la conciencia femenina, haciéndola visible y presente en cada una de los collages.
Lo femenino desde el punto de vista de autora, que a su vez, juega el rol de observadora.”
Teresa Martínez de Lahidalga
Desde la infancia, Teresa Martínez de Lahidalga ha vivido en contacto con el arte, la estética y la pintura, una constante en su entorno familiar.
A pesar de ello, la pintura, se convierte en su prioridad profesional de forma silenciosa pero rotunda tras explorar otras vías, que claramente conforman su carácter y se refleja en el lenguaje sereno de sus obras.
Se inicia en la pintura al óleo bajo la supervisión de un mentor particular muy querido para ella, que deja un gran vacío personal y profesional tras su desaparición. Esto le lleva a continuar su formación en distintos talleres y con diversos maestros y técnicas, hasta establecerse por cuenta propia.
Actualmente se encuentra transitando por una etapa creativa en la que las mujeres, el verano, los niños y los retratos son los temas principales de sus obras y de su marcado carácter personal que en muchas ocasiones, nos hacen viajar a otras épocas.
Todo ello sin dejar de experimentar otros estilos menos realistas, pero siempre marcados por su carácter alegre y colorido.
El mundo femenino que la rodea en su obra, transmite una atmósfera confortable que sirve como telón de fondo en muchos momentos, a la revolución silenciosa que claramente existe en los instantes cotidianos.
Su serie “mujeres enmarcadas” aporta a la exposición una visión intimista y femenina sobre lo
femenino.
A pesar de lo que podría inducirnos a pensar observar la estética de sus obras, estas manifiestan momentos de introspección y rebeldía con mensajes directos aunque suaves. No hay que dejarse engañar por la sutileza del color y pincelada.
Muestra figuras femeninas, aisladas, solitarias, perfectas, todas ellas saliendo del encuadre que correspondería a la corrección de la composición esperada por el observador.
Es en este punto y con la habilidad que caracteriza a la autora, donde los detalles cobran el significado en sus obras, las mujeres indican su independencia y capacidad de decisión, traspasando las fronteras de los marcos que las engloban, dentro de algunas escenas cotidianas o incluso potenciando su personalidad y decisión en otras.
Beatriz Chico
Beatriz Chico es una artista versátil que lleva trabajando más de 20 años con diferentes
materiales plásticos.
Así, comenzó a pintar con acrílicos, realizando varios encargos y exposiciones de Pintura; continuó realizando estudios de Cerámica Artística y Alfarería, creando trabajos de escultura y cerámica tradicional, así como algunos trabajos de artesanía con cualquier material maleable que le sirviera de inspiración.
Finalmente, retomó la pintura al óleo, recreándose principalmente, en el retrato.
Sus creaciones son vitalistas, y aunque presentan cierto expresionismo figurativo, navegan entre diferentes estilos y técnicas, dando siempre importancia al color, a la composición y a la búsqueda de la esencia de la persona retratada.
Actualmente, y desde hace un tiempo, su trabajo está prácticamente enfocado en la expresión de cuerpos y rostros femeninos. Tal vez porque proviene de una familia de mujeres y porque lleva más de 15 años trabajando por y para las mujeres.
Su serie HISTORIAS DE MUJERES PARA MUJERES es una recreación de la expresión
de emociones y estados del alma a través de rostros femeninos. Cada boceto y cada óleo
cuenta una pequeñísima parte de la vida de una mujer, a veces anónima, a veces
conocida.
Todas ellas, mujeres corrientes, cercanas, con historias para ser contadas. Mujeres con infinitas experiencias pasadas que miran de frente. Mujeres de grandes bocas y grandes sonrisas.
Mujeres que gritan placer y no ocultan sus deseos.
Hay historias de mujeres con miradas que lo dicen todo y otras, con miradas que callan
bocas. Hay miradas que dan voz al subconsciente.
Algunas muestran miradas cálidas que acogen. Otras tienen miradas tan gélidas que duelen. Algunas tienen miradas de desconfianza y de desafío. De tristeza y desasosiego. Otras de sorpresa y alegría. Hay
miradas que despiertan. También hay historias de mujeres sin miradas.
Hay historias de mujeres que aman y otras que no. Mujeres que seducen y otras que se esconden. Mujeres que te envuelven y otras que se sumergen.
Todas son historias de mujeres. Mujeres con vidas fascinantes y aburridas. Mujeres alienadas y empoderadas. Mujeres imperfectas. Mujeres que triunfan y que se rinden.
Mujeres felices y desgraciadas. Pero todas ellas, mujeres dueñas de sus historias.