7 de marzo de 2018
Las Sinsombrero
Seguramente sabes que en la Edad de Plata (primer tercio del siglo XX) surgen en el ámbito cultural una serie de movimientos de carácter innovador y rebelde y que más específicamente, en las letras y las artes destacó un grupo que al que hemos estudiado como Generación del 27. Probablemente conoces más de un nombre de sus integrantes: Alberti, Lorca, Luis Buñuel, Dalí, Jorge Guillén, Pedro Salinas, por nombrar algunos. ¿Y las mujeres? ¿No hubo mujeres destacadas en ninguna disciplina artística en aquellos florecientes años?
Pensemos en la España de los años 20 y 30, donde la mujer se encontraba bajo el control de la sociedad patriarcal, sometida y relegada socialmente. ¿Pudo alguna mujer desafiar las normas existentes y formar parte de la élite vanguardista? La respuesta, nada sorprendente, es SI, más de una lo consiguió.
Pero los libros se encargaron de borrarlas de la historia de la cultura, omitieron sus vidas y sus obras, dejándolas en el olvido absoluto por muchos años, y cuando era imposible no citarlas, sus nombres generalmente resonaban ante un “la mujer de” o “la discípula de”.
Las Sinsombrero son esas mujeres que a través de su arte desafiaron las normas sociales de su momento y rompieron con sus obras la hegemonía, abriéndose paso entre tertulias y publicaciones, luchando por ser tan válidas como sus coetáneos y destacando en diversas disciplinas (literatura, pintura, filosofía, arte dramático, arte plástico, etc.)
La buena noticia es que un proyecto educativo innovador en España pretende devolverlas al sitio de la historia que se han ganado (en el que siempre debieron estar) permitiendo así que las generaciones que se están formando en las aulas puedan conocer autores femeninos y masculinos por igual, familiarizándose con sus nombres, conociendo y estudiando su obra.
Nombres prácticamente desconocidos como Ernestina de Champourcin: quien nos ha legado una poesía social auténtica, llena de soledad y nostalgia. Concha Mendez: Escritora y editora de la famosa revista Héroe, María Blanchard: artista del movimiento cubista de la mano de Pablo Picasso o Diego Rivera, Rosa Chacel: con su existencial y autobiográfico Barrio de Maravillas, Maruja Mallo: Pintora gallega e innegable feminista cuyas pinturas han quedados relegadas a un segundo plano a causa de su “estilo de vida”, María Teresa León: a quien hasta ahora conocíamos más por ser la mujer de Alberti que por ser una escritora e intelectual con una prolífica obra, Josefina de la Torre: artista polifacética, pionera en las artes y letras contemporáneas o Marga Gil Roësset: genio precoz y autodidacta de la pintura y escultura española a quien hasta ahora se le ha conocido más por su suicidio, dado que además, queda poco de su creación.
Y otros nombres quizás un poco más reconocidos, pero igualmente extirpados de los libros de texto y de la enseñanza en general como Carmen Conde primera mujer en la Real Academia Española y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1987, Maria Zambrano defensora de lo poético en la indagación filosófica con un pensamiento digno de ser estudiado de manera obligada, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1981 y del Premio Cervantes en 1988, o Ángeles Santos pintora famosa y consagrada de su época quien se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2004. De quien tomamos la obra que ilustra este texto para reflejar a esas mujeres relegadas que por derecho y merito propio consiguieron hacerse un hueco entre los insignes autores de su generación, pero a quienes el tiempo y el machismo les quitó la gloria del reconocimiento.
Si quieres saber más acerca Las Sinsombrero no te pierdas este interesante documental
http://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-sin-sombrero/3318136/