9 de diciembre de 2013

¿Asumo los procesos?

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” A. Machado

Los procesos en la vida, como en la terapia, tienen su propio ritmo, esto significa que hay que dejarlos fluir, acompañarlos y tener paciencia.

Los cambios progresivos, vistos de cerca no son fáciles de apreciar: cojamos perspectiva, es en conjunto, y con el tiempo, cuando cobran significado.
Entender el concepto de proceso es muy importante para
gestionar tu vida.

Demasiado a menudo nos vemos desesperados buscando soluciones rápidas, ¡que nos alivien, que nos quiten el dolor ya!

Pero al igual que una rehabilitación física, el entrenamiento de un deporte, aprender a hablar un idioma, poder tocar un instrumento, realizar unos estudios prolongados.… Todo lleva su tiempo y su proceso. La terapia también.

Independientemente de los frutos, cada batalla diaria es un triunfo. Esto no quiere decir que haya estancamiento, es más, se evoluciona día a día aunque haya temporadas de reposo.

Entender lo que supone un proceso significa confiar en mí, calmarme, dejar fluir, afrontar el caos y dolor sin desesperación. Esto significa respetar mi ritmo y requiere fortalecer mi capacidad de frustración. Una vez asentada y asimilada esta idea seremos más realistas y por tanto más libres para tomar decisiones.

¿Asumo los procesos?

“No temas ir despacio, sino detenerte,
no temas detenerte, sino retroceder”
Antiguo Proverbio

No te fijes en lo que queda, si no en lo que vas consiguiendo, aunque haya días que te parezcan cuesta arriba, esos momentos forman parte del proceso. Cada movimiento nuevo, por pequeño que sea hay que apreciarlo, porque es una pieza más del cambio ansiado.

Cambiar, aprender, controlar los altibajos, las crisis, el descontrol, los miedos, las obsesiones, calmar la angustia, todo esto se va ordenando y encauzando poco a poco, porque hacerlo de golpe es irreal.

Las fórmulas rápidas, los cambios mágicos no sólo no sirven, sino que no existen. Al intentar correr tropezamos, o nos bloqueamos. El cambio ha de ser progresivo, lento pero seguro, que vaya cuajando y abriendo horizontes según avanza.

“Da el primer paso. No necesitas ver toda la escalera, sólo da el primer paso” Martin Luther King.

Algunas cuestiones para pensar…

  • ¿Cómo son mis procesos? ¿los respeto? ¿tengo paciencia? ¿los fuerzo?
  • ¿Cómo tolero el malestar? ¿lo soporto? ¿lo dejo pasar? ¿me quedo en él? ¿intento evitarlo como sea?
  • ¿Cómo han sido los procesos de mi vida? ¿cuáles recuerdo? ¿cómo los he vivido?
  •  ¿Cómo me gustaría que fueran mis procesos a partir de ahora? ¿cómo puedo hacerlo?