11 de diciembre de 2015

¡ Mitos Nutricionales !

En la sociedad en la que vivimos hablar sobre nutrición es muy común, incluso parece que mucha gente es experta en el tema. Pero, ¿cuánta de esta información está contrastada científicamente? En este post conoceremos algunos de los mitos nutricionales que están de moda y los analizaremos.

¿La fruta es más calórica después de comer?

Ningún alimento varía su carga energética dependiendo del momento del día en el que se tomen.

Esta teoría sostiene que nuestro estómago funciona por capas y como la fruta se toma al final ésta fermenta en nuestro estómago produciendo más azúcares.

No es real, puesto que nuestro estómago está continuamente mezclando la comida que le va llegando con los jugos gástricos y poco a poco pasando al intestino delgado para continuar la digestión.

Además la fruta va produciendo más azúcares sólo cuando pasa un largo tiempo durante el proceso de la maduración.

¿El plátano es una fruta prohibida?

A no ser que padezcamos alguna patología en la que sea necesario eliminar ciertos alimentos no hay ningún alimento prohibido.

A pesar de que el plátano se encuentre dentro de las frutas más calóricas conviene saber que la cantidad de plátano que se suele tomar es inferior a la cantidad de las frutas más comunes.

Por ejemplo una pieza de manzana normal pesa 150 gr, sin embargo una pieza de plátano normal no sobrepasa los 100 gr.

Por tanto al final se toman las mismas Kcal en ambos casos o incluso menos con el plátano.

¿Conviene reducir los hidratos de carbono complejos (cereales, patata o legumbre)?

Muchas de las dietas de adelgazamiento disminuyen drásticamente o incluso eliminan los hidratos de carbono complejos, siendo ésta práctica una de las más practicadas y una de las más nocivas para nuestra salud.

Las recomendaciones de la OMS y demás organizaciones en pro de la salud van dirigidas hacia un consumo elevado de hidratos de carbono complejos, entre 4-6 raciones diarias, preferiblemente integrales.

Esto se debe a que la principal función de éstos nutrientes es la de administrar a nuestro organismo la energía (glucosa) necesaria para funcionar correctamente, por ejemplo el sistema nervioso central se nutre, como única fuente de energía, de la glucosa.

Si probamos a excluir de nuestra dieta los hidratos de carbono complejos empezaremos a notarnos cansados, con falta de concentración, irascibles y en algunos casos podremos presentar mareos y desmayos producidos por las hipoglucemias.

¿Es mejor no mezclar los hidratos de carbono con proteínas y grasas?

Las dietas disociadas prohíben mezclar los hidratos de carbono con el resto de nutrientes basándose en la teoría de ácidos y bases en el estómago, para facilitar las digestiones y que no se convierta en grasa lo ingerido debido a una mala combinación.

Esta teoría no se sostiene ya que la mayoría de los alimentos no son puros y contienen una mezcla de nutrientes (hidratos, proteínas y/o grasa) como por ejemplo los lácteos, el huevo o las legumbres.

Además las digestiones dependerán de la tolerancia de cada uno, la velocidad a la que comamos, la concentración calórica de los alimentos, el tamaño de las raciones etc.

Y solamente el exceso de grasa, azúcares y/o alcohol se almacenarán en grasa en nuestro organismo, nunca debido a una mala combinación de nutrientes.

¿Es preferible no cenar si quiero bajar de peso?

La base de toda alimentación equilibrada ha de contar con 5-6 comidas diarias para regular la glucemia, el hambre-saciedad, la ansiedad, la activación de nuestro metabolismo etc.

Cuando se está en ayuno o semiayuno como por ejemplo si se decide saltar una o varias comidas, se ponen en marcha los mecanismos de ahorro de energía disminuyendo así el gasto energético.

Y aunque se pierda peso al inicio es a base de líquido y musculatura, por lo que la pérdida no es real ni sana.

Lo recomendado para tener un peso más saludable es ir disminuyendo poco a poco a través de la reeducación de los hábitos nutricionales con la ayuda de un nutricionista.