7 de mayo de 2020
Nutrición de temporada
Comer alimentos de temporada significa consumir un alimento durante la que sería su época natural de cosecha.
Actualmente vivimos en un mundo globalizado, donde todo está perfectamente engranado para que no nos falte prácticamente de nada, en ningún sitio (en ningún sitio con los recursos para pagarlo, claro).
Por lo que, para consumir alimentos fuera de su época natural, tienen que dar lugar determinados procesos para que podamos consumirlos todos los meses del año.
Se recurre a invernaderos, cultivos modificados, procesos químicos y cámaras de conservación, donde se ven alteradas ciertas cualidades de los alimentos. Pero su principal efecto negativo es aumentar el impacto ambiental.
Cultivo de alimentos
En el cultivo de los alimentos, la mano del ser humano siempre ha estado presente. Poco tienen que ver las hortalizas y frutas actuales a como fueron en origen.
El ser humano, desde el principio de la agricultura, ha ido seleccionando las variedades que más le interesaban y ha ido realizando hibridaciones y modificaciones según sus necesidades, bien por mejoras en las cosechas (eligiendo las más resistentes, evitando plagas, toxicidad, etc.), por variedad o por mayor demanda.
También en cuanto a la conservación, la ciencia está presente. Una vez recolectados algunos alimentos, se depositan en cámaras con temperatura controlada y atmósfera con menor oxígeno (lo que ralentiza su maduración y evita la proliferación de microorganismos), controlando así el momento de poder presentarlo al cliente de forma impoluta.
Esto da lugar a mucha disponibilidad y variedad de alimentos, pero en contrapartida los tenemos con unas menores cualidades nutricionales (aunque con mínima diferencia) y un mayor gasto e impacto ambiental.
Cualidades alteradas en los alimentos
Al dejar crecer y madurar una fruta de forma tradicional, ésta desarrolla más antioxidantes y compuestos bioactivos, ya que tiene que estar en constante defensa ante las “agresiones” propias de la naturaleza. Estar sin filtros ante la intemperie y madurando en la propia planta, hace que su sabor sea más potente, como también lo es su olor y demás cualidades organolépticas.
Pero que quede bien claro que aunque los alimentos no sean de temporada o reciban determinados procesos, no significa que sean malos para la salud. La metodología moderna no hace a los alimentos insanos, pero si existen cambios principalmente sensoriales.
Cómo repercute al medioambiente
Para conseguir alimentos fuera de su época, existen los invernaderos, cámaras con temperatura y atmósfera modificada, procesos químicos… que, aunque sean inocuos para el alimento, utilizan recursos que al final contaminan el ambiente.
También se recurre a traer estos alimentos de otros países, donde el cultivo en esta época si se esté llevando a cabo. Suelen ser países lejanos, donde el transporte masivo implica un mayor impacto en la huella de carbono.
Consumir alimentos de temporada
Algo destacable es su precio más asequible, debido a que no ha sido necesario esa cantidad de procesos ni transporte para poder llegar al consumidor. Son más eficientes energéticamente hablando.
Las cualidades de ese alimento serán menos modificadas. En algunos casos, ciertos alimentos a los que den más tarde salida, se conservarán en cámaras, pero hay menos posibilidades y la duración será más corta, ya que están en su momento óptimo.
Para estar más segur@, puedes recurrir a mercados específicos de comercio al por menor o animarte a cultivar tu propio huerto.
Nada que ver con alimentos ecológicos
Para que un alimento sea ecológico únicamente necesita haber sido cultivado bajo la ley de alimentos ecológicos. Ni es más saludable ni en todos los casos es mejor para el medioambiente. ¿Por qué?
Esa ley de lo ecológico sencillamente dicta que para el cultivo de esos alimentos deben utilizarse únicamente pesticidas a partir de sustancias naturales, evitando pesticidas químicos (algo de significado ambiguo).
Importante tomar conciencia de que no todo lo “natural” es bueno, ni todo lo químico es malo. Estos alimentos también pueden ser cultivados en viveros, con riegos hidropónicos, o conservados en cámaras, por lo que su sabor tampoco será diferente al de productos no ecológicos.
Además, en España existen productos ecológicos que vienen de la otra parte del mundo, ¿qué tiene eso de ecológico?
Cuando se recurre a pesticidas menos efectivos la cosecha tiende a estropearse más, con el consecuente desperdicio y necesitando por tanto más terreno para la misma cantidad de alimento, triplicando posteriormente el precio.
Se podría decir que ni siquiera la agricultura en sí misma es ecológica, porque ya ha estado presente la mano humana que ha interferido en el medio natural. En cualquier caso, se consciente de tu consumo y del impacto que tiene, es una forma de ser consciente de ti mism@.
Cuida tu alimentación, se consciente de ella.
Artículo escrito por Sara González, nutricionista.