8 de junio de 2015

Obsesionados por el cuerpo perfecto (II): Tanorexia

El verano es una época para relajarse, desconectar y disfrutar del sol.

Llega el momento de ponerse manos a la obra para lucir un bonito bronceado, y dejar atrás la palidez que hemos acumulado durante meses.

Pero ojo, ¡no hay que obsesionarse!

Tomar el sol es algo natural, normal, e incluso beneficioso para nuestro organismo, ya que nos aporta vitamina D.

Pero lo que es una simple afición puede acabar siendo algo preocupante, y convertirse en un problema psicológico que puede poner en peligro nuestra salud: la tanorexia.

La tanorexia es un trastorno producido por la obsesión continua de tomar el sol y estar morenos constantemente.

Afecta más a mujeres que a hombres, y ha crecido de manera exponencial en los últimos años. Se incluye dentro de los llamados trastorno dismórficos, como la anorexia o la vigorexia.

Las personas que sufren estos trastornos perciben su físico de manera irreal, creando así unos complejos inexistentes y exponiendo su cuerpo a extremos muy perjudiciales.

¿Cómo identificar la tanorexia?

El perfil de una persona tanoréxica es el de una mujer joven, de entre 17 y 35 años, aunque también hay casos de pacientes masculinos.

Es reconocible por su intenso bronceado y su obsesión por tomar el sol de manera continuada, ya sea de manera natural o en cabinas de rayos UVA.

Es una actividad fundamental en su día a día; le produce endorfinas y le hace sentir bien, y puede llegar a crearle ansiedad si no puede hacerlo por algún impedimento.

El bronceado de quien sufre esta patología suele ser antiestético y poco saludable.

Aunque su piel se muestre rugosa, áspera y excesivamente morena, no son conscientes de ello.

Es más, se muestran insatisfechos con su tono de piel y se ven aún lo suficientemente blancos como para seguir potenciando su moreno.

¿Qué consecuencias puede tener?

Como hemos dicho, tomar el sol es bueno si se hace en su justa medida.

Pero una sobreexposición puede traer graves consecuencias, en muchos casos irreversibles.

  • Algunas pueden ser peligrosas y requerir tratamiento médico.
  • Insolación, producida por el excesivo calor.
  • Elastosis: envejecimiento y falta de elasticidad de la piel.
  • Deshidratación

De todos los efectos negativos que tiene el sol, seguramente la más seria e importante es el melanoma, el cáncer de piel.

En los últimos años los casos de este tipo de cáncer han crecido considerablemente, y aunque puede remitir si se pilla a tiempo, también puede presentar complicaciones.

Por ello es importante informarse de nuestro tipo de piel y utilizar la protección solar más adecuada para ella.

Al igual que otras dismorfobias, este trastorno debe ser tratado por un psicólogo, que establecerá un tratamiento adecuado y personalizado para cada perfil.

En nuestro centro contamos con profesionales que pueden ayudarte con este y otros problemas, ¡no dudes en contactarnos!