22 de marzo de 2017
¿Cuándo la soledad se convierte en un problema?
Si tecleemos “me siento solo” en Google tendremos 10.900.000 resultados en solo 0,68 segundos. Parece que las respuestas a éste intrincado sentimiento están ahí, en internet, al alcance de todos… Entonces ¿Cuándo la soledad se convierte en problema? La red está llena de artículos del tipo “5 fórmulas efectivas contra la soledad”, algunos etiquetan la soledad de “mala” o “buena” y ofrecen soluciones inmediatas que aplicadas deberían eliminar cualquier sensación de vacío en nuestro interior. Pero ¿Es tan sencillo? ¿La solución está en internet? ¿Necesito un psicólogo? ¿Qué es la soledad?
Aunque el tema se ha banalizado, se trata de una situación compleja: Los seres humanos somos sociales por naturaleza, sin embargo, experimentamos la soledad desde el mismo momento en que nacemos, forma parte de nuestro desarrollo como personas conscientes de nuestra finitud.
Para algunos, la soledad es sinónimo de tristeza, desamparo y/o angustia, puede ser un sentimiento doloroso por la ausencia y el vacío. Para otros, sin embargo, es una elección personal, un lugar donde nace la creatividad, la concentración y el sentido de la vida. Por lo que la soledad es una dualidad.
La soledad no es buena ni mala, no es un problema en sí misma, el cómo la interpretamos, cómo la asumimos y de dónde surge es lo que determina el impacto que puede tener en nuestras vidas.
Cuando es querida, buscada y aprovechada, la soledad es sinónimo de libertad y en muchos casos nos permite conocernos a nosotros mismos, disfrutar y entender el significado de nuestros procesos vitales. Pero si no la hemos elegido y nos viene impuesta por circunstancias de la vida, para las cuales no estamos preparados, puede convertirse en un gran problema.
El sentimiento o la sensación de soledad puede responder a múltiples situaciones y circunstancias (algunas conscientes y otras inconscientes). Además es subjetivo porque podemos sentirnos solos a pesar de estar rodeado de personas o podemos estar solos sin sentir sufrimiento alguno. Es por ésta razón que no existe una fórmula mágica para tratarla.
La soledad refleja tu percepción respecto tu sistema de relaciones sociales, y ésta red es imprescindible para mantener una buena salud mental y física.
¿Cuándo necesito acudir al psicólogo?
La soledad es un sentimiento genuino que puede estar interfiriendo en nuestra felicidad y estabilidad emocional, debemos plantearnos pedir ayuda profesional cuando genere malestar:
- Cuando se convierte en un sentimiento cíclico y profundo del que no podemos salir y que nos causa infelicidad.
- Cuando altera el funcionamiento de nuestras rutinas diarias (por ejemplo: no podemos ir a trabajar)
- Cuando genere actividades compulsivas. (Comer, adicciones, acumular cosas de manera irracional, masturbarse compulsivamente, etc.)
- Cuando exista un estado de aislamiento social (físicamente solo o incapacidad para crear vínculos).
¿Cómo me ayudará la terapia?
La terapia identifica las causas internas de porqué estamos solos o nos sentimos solos, la soledad es concepto que además de ser profundo puede estar ligado a la ansiedad, la dependencia, la depresión, el duelo, etc. Por lo que un especialista puede ayudarnos a afrontarlo.
Desgraciadamente no es tan fácil como leer un artículo en internet con unas premisas “infalibles”, pero no es tampoco un estado del que no se pueda salir en un plazo relativamente corto con la ayuda adecuada.
Acudir a un psicólogo te ayudará a explorar y analizar tu sentimiento de soledad y ganarás un entendimiento más profundo de cómo te relacionas con las demás personas.