7 de abril de 2017

El sufrimiento psicológico ante el cáncer. La labor del psicólogo.

El pasado viernes 17 de marzo Marjorie Gutierrez, psicóloga de Argensola, participó en las I Jornadas de Psicooncología para profesionales de la salud. Estuvo organizado por el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros, en colaboración con Memorias de un Diván dirigidas por Magali Dousson y María Comillas de la Vega. Pudimos grabar esta sesión sobre sufrimiento emocional y cáncer y queremos compartirla con vosotros.

Durante la charla se trató de explicar el lugar del psicólogo/psicoanalista ante el sufrimiento emocional que conlleva esta enfermedad, tanto para pacientes como para sus familiares. Para eso partimos de las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué sufrimos?
  • ¿Qué es lo que hace que nos duela?

Está claro que cada uno desde su propio espacio; desde una posición subjetiva única. Sin embargo, el malestar ocasionado por este diagnóstico, va a enfrentar a todas las personas relacionadas -tanto pacientes como familiares- entre ellos y contra la sensación de impotencia ante la muerte. Esto supone una ruptura devastadora del equilibrio psicológico y emocional.

A raíz de esto, debemos reflexionar por medio de la experiencia clínica ¿Cómo enfrentarnos a la persona que sufre? ¿Qué podemos hacer?   Estas preguntas no solucionarán la angustia y el dolor, pero generarán un espacio en el que trabajar en ese malestar.

A Rosa le diagnosticaron cáncer de mama estando embarazada de siete meses y con una hija de ocho años. Tiene 37 años, es extranjera, su familia vive fuera, su nivel educativo es bajo y mantiene una relación difícil con su pareja. Cuando entra en consulta está deshecha. Tiene a un bebé en brazos y llora sin parar. No sabe qué va a suceder de ella, ni de su hijo. Apenas entiende nada del proceso médico. Está desbordada. El médico no ha querido hacerse cargo de su situación social y ante la petición de un informe que le permita a su madre entrar en el país para cuidarla, le ha negado la tramitación inmediata. Conseguir que se abra a contar su historia entre sollozos sirve, al menos, para empezar a ponerle palabras a la situación por la que está pasando.

Ante los casos de cáncer, la labor del psicólogo –o de la psicóloga en este caso- empieza por facilitar un lugar para organizar, informar, orientar y permitir que algo de lo no articulado pueda ligarse con algo de la palabra, permitiendo en algunos casos una descarga del sufrimiento. A su vez, al ser nombrado, se da un espacio donde se puedan pensar los temores, miedo a morir, a la incertidumbre etc.

Rosa es solo un ejemplo de los diferentes casos, que se trataron a lo largo del desarrollo de este encuentro y que hemos querido compartir en este post y a través de este audio.