1 de marzo de 2018

¿Cómo te relacionas en los grupos de whatsapp?

¿A cuántos grupos de whatsapp perteneces? ¿Cómo te comunicabas con esas personas antes? ¿Cómo te comportas socialmente detrás de la pantalla? Los grupos de whatsapp se han convertido en una herramienta de comunicación muy usada, con  fieles defensores que ven en ella una forma rápida y eficaz de comunicarse y compartir con varias personas a la vez, pero también con muchos detractores que ven en en ellos una fuente de conflictos y agobios.

¿Por qué puede ser un problema pertenecer a grupo de whatsapp?

  • Detrás de la pantalla: El principal problema de whatsapp es que no podemos ver a nuestros interlocutores, por lo que toda la comunicación no verbal (gestos, posturas, etc.) se pierde. Al no poder visualizar a la persona que habla, interpretamos su texto desde nuestra subjetividad, lo cual no siempre coincide con lo que el emisor quiere decir, así, dentro de un grupo en el que participan diferentes individuos esta dificultad es aún más – si cabe- inconveniente, porque están en comunicación tantas subjetividades como participantes haya.  Sin la gestualidad no es fácil deducir cuando un comentario se hace de manera irónica o sincera, o cuando una persona se ha sentido ofendida por el comentario de otra. Incluso cuando los participantes del grupo son muy conocidos puede haber una mala interpretación de las expresiones emitidas.
  • Malditos emoticonos: Ante la dificultad de no poder ver cómo dice lo que dice el del otro lado de la pantalla, a alguien se le ocurrió la brillante idea de crear pequeños dibujos gestuales para ser usados como sustitutos de la expresión corporal.  Genial ¿no? Si no fuese porque esto también puede tener una interpretación ambigua que puede llevar malentendidos. Porque ¿quién sabe exactamente que significa una carita que llora? ¿Es felicidad? ¿Llora de risa? ¿Tristeza? una vez mas cada uno interpretará el Emoji en cuestión desde su propia subjetividad.
  • Pertenencia o no pertenencia esa es la cuestión: ¿Te han incluido alguna vez en algún grupo no deseado? ¿Cómo te has salido? ¿al hacerlo se ha ofendido alguien? ¿te importa eso? ¿O aún sigues dentro a pesar de no querer estar?… Y por otro lado ¿Sabes que tus amigos tienen un grupo en el que no te han incluido? ¿Te molesta eso? ¿Cómo has actuado al respecto?  La cuestión es que algo tan vital como la necesidad de pertenencia a un grupo, juega un papel fundamental en la forma que tenemos de relacionarnos por esta vía.
  • Inmediatez: Para muchas personas que participan en un grupo la necesidad de que les contesten en el momento o el rechazo a la “obligación” de contestar puede ser motivo de agobio, enfado y hasta de ansiedad. Cuando participamos en una conversación grupal físicamente obtenemos una respuesta inmediata a través de la comunicación no verbal, sin embargo, cuando escribimos en un grupo no sabemos cuándo contestarán los demás y no llegaremos a conocer lo que ha pensado quien no ha contestado.  La necesidad de inmediatez se puede convertir en un eje de conflicto, algunos simplemente no quieren o no pueden responder y del otro lado hay quien espera a que se les tome en cuenta en el mismo momento … al fin y al cabo esto es una aplicación de mensajería instantánea ¿no?
  • Control y límites: Las normas en una conversación las ponen siempre quienes participan de ella, pero ¿Dónde está el límite de lo que podemos escribir en un grupo?  Al no existir un moderador del debate muchas veces las conversaciones traspasan el objetivo inicial del chat. ¿En tu grupo hay alguien que siempre contesta a todo? ¿Qué hacemos con un miembro que genera conflicto? ¿Y el que no responde nunca? Pertenecer a un grupo puede dar lugar a que algunas personas se sientan con poder de controlar al resto de participantes, también existe el riesgo de que en algún momento demos una información que no todos los miembros del grupo sepan cómo manejarla con respeto. Cada persona adopta una personalidad detrás de la pantalla según sus circunstancias y eso nos deja en un punto sin normas en el que un simple comentario puede generar muchos problemas.

¿Qué podemos hacer para relacionarnos mejor?

No existen normas universales de funcionamiento de los grupos de whatsapp, ya que obviamente la comunicación entre dos o más personas está pautada por ellas mismas, pero en base al sentido común podemos darte unas recomendaciones:

  • Respeta el objetivo del grupo: ¿Para qué hemos creado un grupo o nos han incluido en él? Esa es la primera reflexión que debemos hacer, tanto si es por tema de trabajo, para organizar un evento, o mantenerte en contacto con familia o amigos, deberías limitarte a hablar solo al tema que concierne a todos los integrantes del grupo.
  • Libertad para salir: Valora si aportas algo o necesitas enterarte de lo que ahí se dice, en caso contrario abandona el grupo y respeta la libertad de los demás de salir cuando quieran.
  • Escribe lo que seas capaz de decir físicamente frente a esas personas: Asume las consecuencias (buenas o malas) de usar esta vía. No uses “la pantalla de seguridad” sé tu mismo.
  • Recuerda que esto es solo un canal de comunicación: Los grupos de whatsapp no sustituye la comunicación física ni son una herramienta de debate. Valora siempre que quien está del otro lado de la pantalla no es capaz de ver tus gestos, ni saber en qué tono dices una frase, por lo que no esperes a ser siempre bien interpretado.
  • Respeta a quien no quiere o no puede contestar: Si tienes algo urgente o delicado que comunicar preferiblemente usa otras vías no virtuales. No exijas inmediatez ni te sientas obligado a darla.
  • Reflexiona acerca de los archivos que difundes: la información enviada a los demás escapa de tu dominio privado. Se cauteloso con lo que comparte. No difundas falsos rumores en cadena.
  • Sé breve: procura unir varias frases en un solo mensaje y explicarte de manera concisa.

¿Y tú que piensas que podemos añadir a la lista de consejos?