20 de enero de 2014
¿Tiene anorexia o bulimia? ¡Averígualo!
¿Cómo puedo saber si tiene Anorexia? ¿Cómo es una persona con Bulimia? Puede que sospeches que alguna persona de tu entorno padece de un problema o trastorno de alimentación.
Ante estas sospechas, siempre debes intentar que esa persona obtenga la ayuda psicológica y nutricional necesaria para superar su anorexia o bulimia.
Estos son algunos de los síntomas que se puede observar en una persona con anorexia o bulimia (no tienen por qué aparecer todos, cada persona es diferente):
- Restringe su alimentación.
- Para ella/él, comer comienza a ser una fuente de malestar.
- Comer le provoca ansiedad y culpa, ya que siente que así se aleja de su objetivo: adelgazar.
- Evita las reuniones familiares que se realizan comiendo, siempre dice que ya ha merendado fuera, o que comió con las amigas.
- Pierde peso pero no se siente satisfecha/o con su imagen.
- Necesita comer lo mismo y en las mismas cantidades.
- Puede que sus alimentos preferidos hayan cambiado, y se niegue a tomar postres, pasta, arroz…
- Presenta manías a la hora de comer: trocear la comida en pequeños pedacitos, separar los ingredientes…
- La cantidad y tipo de comida no está elegida según sus señales internas de hambre, sino desde su parte racional u obsesiva.
- Todo está planeado de antemano, y no puede salir de lo establecido.
- Bebe mucho líquido, más de dos litros al día o no bebe nada de agua.
- Suelen ir con una botella de agua o coca-cola light para beber todo el tiempo. Así controlan el hambre.
- No quiere perder el tiempo y su conducta es hiperactiva.
- Ocupa todo el tiempo para no pensar en cómo se siente ni en la comida.
- A pesar de lo poco que come, tienen mucha energía para hacer múltiples actividades: trabajar, estudiar, hacer deporte…
- Inestabilidad afectiva: Su ánimo oscila mucho en el día, según los logros conseguidos (buen ánimo si ha comido poco y las cosas han salido como esperaba).
- Si el pantalón queda más justo, si alguien la mira mal, si la tripa parece hinchada, todo será un desastre para ella/él y vendrá la catástrofe.
- En ese momento cualquier nimio comentario podrá convertirse en una batalla campal que nadie entenderá, ni siquiera ella/él misma/o.
- si es mujer y presenta alteraciones en el ciclo menstrual, con amenorrea (ausencia de regla durante tres ciclos).
- Le encanta cocinar para otros, preparar postres y platos que ella o él no come.
- Aunque con su fuerza de voluntad consiguen no comer, el instinto de supervivencia produce una obsesión con la comida.
- Cuenta calorías, piensan en platos con los que agasajar y hacer disfrutar a otros…la comida siempre está presente.
- Es un apersona muy perfeccionista y exigente. Desea ser la/el mejor estudiante, la/el mejor amiga/o…
- Miedo a crecer, a ser adulta/o. A pesar de lo responsable y madura/o que parece en lo académico, teme entrar en el mundo de los adultos.
- Está irritable. Su irritabilidad aumenta cuando no consigue lo que se plantea: no comer y quemar muchas calorías.
- Su vida, su universo, queda reducido a comer esto y no comer aquello.
- El protocolo de adelgazamiento que se ha planteado es más importante que cualquier otra cosa: amigas, familia…
- Distorsión corporal. No se siente satisfecha/o con su cuerpo. Se tapa, usa ropa grande, no quiere salir en las fotos…
- Miente u oculta información si se refiere a la comida o al físico. No son chicas/os mentirosas/os, pero desean mantener su “burbuja” a salvo.
- Quieren parecer independientes. Lucha por demostrarse a sí misma/o que no necesita a nadie ni a nada (ni siquiera necesita comer).
- Para ellas/os las necesidades demuestran debilidades humanas, por eso desean no tenerlas. Pero en el fondo es todo lo contrario: necesitan caer bien a todo el mundo, las opiniones de los demás son más importantes que su propia voz, no soportan ser rechazadas…pero esto no lo pueden controlar. Por eso se “lavan el cerebro” para pensar que no necesitan a nadie.
Es mentira que un apersona con TCA no sienta hambre, simplemente lo niega, y llega un momento en el que no consiguen identificar las señales internas de hambre o ansiedad.
Las características físicas, y sobre todo el valor que les damos, determinan también cómo nos sentimos respecto a nosotros mismos.