19 de agosto de 2017
El verano más allá de Instagram
¡El verano ya está aquí! Puede que estés leyendo esto con síndrome postvacacional porque te ha tocado irte pronto y ya estás de vuelta, o puede que aún tengas marcado en el calendario los días que te faltan para irte y desconectar. En todo caso las vacaciones son, probablemente los días más esperados del año de cualquier persona con una rutina de trabajo. ¿Pero realmente somos capaces de disfrutar en vacaciones? ¿Qué existe más allá de las idílicas fotos de Instagram?
En la era de las redes sociales parece que no es suficiente disfrutar de un buen desayuno, experimentar el placer del campo o la playa o vivir aventuras agradables…además hace falta fotografiarlas y publicarlas para que el resto de la humanidad pueda reconocer la felicidad en tus días de descanso y si es posible además…envidiarte. ¿Absurdo no?
En muchas ocasiones no somos capaces de aprovechar los días de descanso para reponer energías y descansar, porque centramos nuestros esfuerzos en sacar la foto perfecta o actualizar el estado constantemente. A veces las vacaciones se convierten en días de frustración, angustia, estrés y agobio provocado por la autoexigencia de aparentar entre nuestros amigos virtuales que todo ha ido perfecto. Entramos en un ciclo de compensación inmediata y superficial a base de compartir una falsa imagen, un círculo de competición para provocar entre nuestros conocidos algún tipo de anhelo por nuestras “vacaciones idílicas”.
Todos soñamos con unas buenas vacaciones, pero si lo que queremos es vivirlas realmente debemos ser capaces de dejar de un lado las apariencias y los postureos porque la intensidad de nuestras aventuras o de nuestro relax no se puede medir en likes.
Así que aquí tienes 5 sugerencias para tener unas vacaciones de verano más agradables:
- Olvídate de los constantes estímulos de las redes sociales y desconéctate literalmente: No caigas en la provocación de ver cómo están (supuestamente) disfrutando los demás, recuerda que la imagen que ofrece una foto no es siempre la realidad. Apaga tus redes, ¡no te pierdes de nada! Aprovecha los días para descansar tu vista de la pantalla y para dejarte llevar por el placer del cambio de rutina. Desenchufa tu cerebro de internet por unos días.
- Dedica tiempo a las relaciones de verdad: Aprovecha estos días para fomentar las relaciones que no necesitan wi-fi, tanto familiares como sociales. Comparte con las personas que tienes cerca (si te has ido de vacaciones con tu familia comparte una buena conversación con ellos y si te ha tocado quedarte en el trabajo tomate un tiempo para relacionarte con tus compañeros) Invierte tu tiempo en conocer a las personas que te rodean y a conocerte a ti mismo. Las vacaciones pueden ser una buena época para, a través de la comunicación, estrechar vínculos o para cortar aquellos que nos hacen daño o nos aportan nada.
- Sé realista con tus expectativas: Vivimos influenciados por imágenes idílicas de entornos maravillosos, decorados editados y sonrisas con filtros. Pero para disfrutar realmente debemos ser realistas con lo que queremos vivir, lo que podemos planificar y lo que somos capaces de llevar a cabo. Realista en tus relaciones (de pareja o con tus hijos), realista con tú físico y tu economía. Sé consciente de que estos días no son una fantasía, son parte de tu vida, con tus problemas, tus limitaciones, etc. Plantearte expectativas superiores a las que puedes cumplir solo produce frustración.
- Disfruta de lo que tienes: No siempre podemos realizar el viaje de nuestra vida, pero no deberíamos basar nuestra felicidad en lo que deseamos. Sean como sean tus vacaciones puedes disfrutar de ellas: Si no puedes irte de viaje aprovecha para hacer algún curso de verano, leer un buen libro o pasear por las vacías calles de tu –normalmente- congestionada ciudad. Si has cogido la maleta, sea cual sea tu destino aprovecha para gozar de las pequeñas cosas: un buen baño, pasear en bicicleta, probar nueva comida… ¡Hay un montón de actividades que podemos hacer más allá de la instantánea de nuestros pies en la tumbona con la playa de fondo!
- Saca fotos sí, pero para recordar los momentos vividos: Escapa del juego del juicio social inmediato, no dejes que juzguen si has tenido buenas vacaciones o no por tus fotos, si no quieres no publiques nada hasta la vuelta y comparte tus recuerdos con la gente que te aprecia. Olvídate si sales mal en la foto o captas un algo bochornoso…si disfrutas del momento querrás recuerdo. Diviértete de verdad, no busques la sonrisa ni la pose perfecta ¡se tú mismo!
Como toda la tecnología, las redes sociales pueden ser un buen aliado en nuestras vidas, pero no debemos dejar que supongan un elemento negativo que interfiera en el disfrute de nuestros días de vacaciones.
¡Feliz verano!